Por Elizabeth Bautista
En México el robo de identidad va en aumento, sin embargo aún no se aterriza una estrategia a nivel nacional para alertar a la población sobre esto. Las instituciones financieras y algunas autoridades han empezado a prevenir a sus clientes, por ejemplo, en Internet algunas entidades han puesto más bloqueos, incluyendo el reconocimiento facial, voz y huella digital.
El robo de identidad es un tema bastante delicado y fácil de hacer, cualquier empresa legamente constituída puede ofrecer los datos de clientes bancarios en México, títulos como “Los mejores Directores de Clientes Bancarios de México” ofertan los datos de 5 millones de clientes Santander, 3 millones de clientes BBVA Bancomer y 400 mil clientes del Banco Inbursa.
El fraude es una acción premeditada, en donde una persona engaña a otra o a alguna entidad, para sacar provecho de sus datos y economía. Para poder prevenir esto, es importante conocer los tipos de fraudes que se presentan en la creación de un crédito:
Usurpación o robo de identidad: se da cuando el estafador asume la identidad de un tercero para la obtención de financiación presentando documentos de identidad, nóminas y otra documentación requerida por la entidad.
Falsificación de identidad o creación de identidad sintética: tiene lugar cuando el estafador crea una identidad nueva falsificando documentación aportada junto con la solicitud.
Fraude en primera persona o abuso de crédito: tiene lugar cuando una persona solicita en su nombre financiación, bienes y servicio sin la intención de pagarlos. Es de difícil detección y suele estar escondido entre las pérdidas de crédito.
El fraude interno puede tener vínculos con el fraude externo que es conveniente monitorizar para detectar el origen del problema en el seno de la entidad.
También debemos prestar atención a otras modalidades de fraude transaccional, que tienen lugar una vez que ya hemos aceptado a nuestro cliente y otra persona, el defraudador, consigue acceder a sus cuentas y medios de pago puestos a disposición del cliente:
Skimming: copiado de banda magnética. La falsificación electrónica implica una tarjeta o cheque que ha sido impreso, embosado y codificado sin el permiso de la entidad.
Medio de pago no recibido: tiene lugar cuando el defraudador roba un medio de pago (tarjetas o cheques) antes de que el consumidor lo reciba en su domicilio.
Robo o pérdida de medio de pago: tiene lugar cuando el medio de pago es sustraído físicamente de la posesión del cliente.
Account Take Over – Usurpación: Tiene lugar cuando el defraudador consigue acceder a las cuentas del cliente y llegar a utilizar sus medios de pago a través de la interceptación de claves de acceso y códigos personales del cliente.
Ya que se conocen los tipos de fraudes, la solución de prevención eficaz debería contar, al menos, con las siguientes características:
Automatización: los procesos y la cantidad de información generada no pueden continuar gestionándose de forma manual.
Facilidad para implantar reglas de negocio y perfiles de fraude: la combinación del conocimiento de los analistas de fraude de la entidad a través de reglas de negocio y de las capacidades de analítica avanzada de SAS para poder detectar anomalías y tendencias nuevas de fraude.
Flexibilidad e independencia en cambios en la política de prevención de fraude.
Generar reportes para facilitar la toma de decisiones.
Gestionar alertas y ordenarlas según importancia y mayor probabilidad de fraude
Descartar falsos positivos que permitan retroalimentar el conocimiento de la solución y una mayor asertividad en la generación de nuevas alertas por fraude.
Generación de resultados en el corto plazo.
Una solución de prevención del fraude debe ayudarnos desde el momento de admisión de nuevos cliente, ayudándonos a detectar aquellos casos en los que puede haber indicios de encontrarnos frente a alguna de las tipologías de fraude mencionadas al inicio.
El problema del robo de identidad es un tema que debe preocupar por la afectación económica que tiene, como por el daño físico y moral. Como conclusión, toda empresa financiera debe tener en el radar tres ideas fundamentales en la prevención de fraude:
Una solución de fraude tiene que facilitar la aprobación de clientes buenos
La función de fraude debe estar centralizada en un área de la entidad que tenga la visión consolidada del riesgo de fraude
Es importante contrastar y compartir información ya que los perfiles de fraude son cambiantes a lo largo del tiempo