Hace poco estuve participando “un poco al margen y en la medida de mis capacidades técnicas” en la generación de la estructura de un modelo ABC.

Esta experiencia adicional a ampliarme el panorama acerca de la modelación ABC, me permitió entrar en empatía con mis colegas consultores IT quienes a la fecha se niegan a darme el privilegio de postear un artículo para “la perspectiva IT”. Sin embargo, y basándome en la experiencia que menciono, pude adentrarme un poco más al extenso mundo de los datos y poder extraer aun que sea de tercera mano la experiencia que requería para poder generar esta entrada.

Lo que mi manejo de datos generó me permitió pensar a la analogía que les planteo. La replicación de datos y el ADN.

Para aquellos que no tengan una formación en ciencias naturales, le he de comentar someramente que el ADN es una de las principales moléculas de la vida, es quien nos permite mantener “actualizados” nuestros tejidos y en cierta forma es quien permite la continuidad de la vida entre muchos otros factores. Es una molécula en demasía interesante pero la discusión técnica de su importancia y de su estructura así como su funcionamiento sale del alcance de este escrito.

Lo importante de esta molécula es que genera copias, así es…. Genera copias de si misma para poder generar moléculas nuevas pero el punto focal de esta analogía es que cuando se equivoca – si señores, se puede equivocar-puede generar cambios drásticos como lo que conocemos bajo el nombre de “cáncer” o bien en seres humanos nuevos puede generar mutaciones o deformaciones que son más evidentes a simple vista.

De la misma forma en que el ADN se puede equivocar al replicarse y generar monstruosidades, la replicación de datos en al creación de móldelos puede generar monstruos que uno no se espera durante la modelación retrasando los proyectos o en el peor de los casos de un fallo no detectado generando información gerencial de poca relevancia o con datos falsos.

Los errores en la copia, transcripción y replicación de los datos pueden generar cáncer dentro de las modelaciones que al igual que en el caso humano, nos llevarían a fallos sistémicos y problemas generales.

Dado que “herrar” es de humanos, la mejor forma de evitar fallos de este tipo es evitando a toda costa la interacción humana dentro de la carga de los modelos. Esto se puede lograr a través de la automatización de procesos.

Si bien es cierto que en las fases primarias de construcción la interacción humana es inevitable, durante los procesos sucesivos de cargas y actualizaciones si es posible evitarlo gracias a los procesos DTS.

Conclusión, la automatización de modelos nos permite procesos limpios de carga que le agregan valor al modelo a través de la profilaxis en la replicación.